El Proceso y la
Cultura son dos de los factores importantes a tener en cuenta a la hora de
gestionar la Innovación. En entradas anteriores ya hablamos en detalle sobre
cada uno de ellos, en esta quiero comentaros como estos dos factores se
relacionan, y como deben complementarse cuando el objetivo es gestionar con
éxito la Innovación dentro de una organización.
Proceso
vs Cultura de Innovación
El Proceso
representa el rigor y la disciplina, el trabajo duro, consiste en el paso a
paso para recorrer todo el camino que nos lleve a alcanzar un objetivo. Es la
parte de la Innovación al que el famoso inventor Thomas A. Edison hacía
referencia en su frase: “La Innovación es 1% inspiración y 99% transpiración,
es decir, trabajo duro”. Muestra el cómo hacer las cosas.
La Cultura
representa la forma de pensar y de
actuar de las personas hacia la Innovación. Se muestra en las personas de la
organización a través de su creatividad, su pasión, su motivación, su capacidad
de pensar diferente para buscar la mejora, y de su actitud a asumir riesgos y a
colaborar con otras personas. Muestra la forma como las personas hacen las
cosas.
La teoría del yin y el
yang y la Innovación
La teoría del yin y
el yang es una de las aportaciones más universalmente conocida de la cultura
china, que considera que cada ser, objeto o pensamiento posee un complemento
del que depende para su existencia y que a su vez existe dentro de él
mismo. Nada aparece en estado puro y todo está en continua transformación,
mediante este binomio, el yin y el yang, que mantiene el equilibrio en el
sistema universal. Esta teoría es un modelo que está presente en todas las
manifestaciones tradicionales y culturales chinas como las artes marciales, la medicina,
la pintura, el masaje, la filosofía, la música, la acupuntura…
Según esta teoría,
el yin representa la parte fría, oscura, dura, mientras que el yang representa
la parte cálida, brillante, suave. No puede haber yin si no hay yang, y
viceversa. Son dos fuerzas fundamentales y complementarias que deben estar en
equilibrio y no en conflicto.
El Proceso y la
Cultura son el yin y el yang de la Innovación, el Proceso es la parte “fría y
dura” mientras que la Cultura es la parte “cálida y suave” de la Innovación. Una organización puede llegar a desarrollar
con metodologías y herramientas el mejor Proceso de Innovación posible, pero si
no consigue que sus empleados sientan la pasión, el deseo, y logra que tengan
la motivación y la actitud necesaria para cuestionarse las cosas, pensar diferente,
asumir riesgos y colaborar, el mejor proceso del mundo no servirá para mucho.
Por otra parte, una organización podrá tener la mejor Cultura de Innovación
posible, incrustada en su ADN, pero si no cuenta con un proceso fuerte, no
llegará tampoco muy lejos. La Innovación tiene su yin y su yang, y en su
equilibrio está la llave para que ésta fluya conveniente y se dé con éxito
dentro de una organización.
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