domingo, 12 de octubre de 2014

Customer Development o desarrollo orientado al cliente

¿Por qué muchas empresas se centran sólo en focalizar sus esfuerzos en el estado en que se encuentran sus productos o servicios?

Si todos sabemos, que la clave para el éxito de un producto o servicio, y por tanto, para la rentabilidad de una empresa, son sus clientes, ¿por qué no pensamos en ellos desde el momento cero?




Desarrollo orientado al cliente vs desarrollo orientado al producto

Las metodologías tradicionales de emprendimiento están orientadas al desarrollo de producto, dónde lo que se busca, es el desarrollo del mejor producto posible  para después esperar que éste encaje perfectamente con los problemas o  necesidades de los clientes, y que éstos estén dispuestos a pagar por él. Estas metodologías hacen una apuesta total sobre la visión del equipo de desarrollo de producto, dando por supuesto que ellos han detectado un problema o necesidad en el mercado y que saben hacer un producto que solucione el problema o cubra la necesidad. Aunque en ocasiones este modelo ha resultado válido, las estadísticas demuestran que el fracaso es lo más habitual, sobre todo dentro de las startups. En estos métodos clásicos orientados al desarrollo de producto la cuestión es más de fe que de buen hacer, que el producto encaje perfectamente con los problemas o necesidades reales de los clientes sin un contacto o interacción con ellos es ciertamente muy difícil.

La metodología de desarrollo orientado al cliente o “Customer Development” cambia el enfoque de los métodos tradicionales, y pone foco en el cliente. La clave está en orientar los esfuerzos a aprender de los propios clientes para poder desarrollar el producto que ellos de verdad necesitan y por el que estarían dispuestos a pagar.

El desarrollo orientado al cliente es un proceso de aprendizaje que apuesta por “salir a la calle” para validar todas nuestras hipótesis o suposiciones sobre nuestro modelo de negocio y convertirlas en hechos con la información y el conocimiento que nos proporcionarán los que serán nuestros futuros clientes.

La metodología de desarrollo orientado al cliente, es un proceso complementario y que se puede desarrollar en paralelo con el proceso de desarrollo de producto que todos conocemos. Para este trabajo conjunto, y que es clave en el proceso de creación de una startup, será necesario tener una buena coordinación entre los equipos de personas que por un lado se encarguen de la parte de aprendizaje relativa a los clientes, y por otra, de la parte relativa al desarrollo de producto con la base de esta información.

El origen de “Customer Development”

El “Customer Development” es una metodología para la creación de startups creada por Steven Gary Blank, que es uno de los empresarios y académicos más reconocidos a nivel mundial, tanto por su conocimiento de los ecosistemas de Innovación, como el de Silicon Valley, como por la identificación de las claves del éxito en la creación de startups.

En 2005 plasmó todo este conocimiento dentro de su libro “The Four Steps to the Epiphany: Successful Strategies for Products that Win”. Posteriormente en 2012, publicó una versión actualizada bajo el nombre de “Startup Owner’s Manual: The Step by Step Guide for Building a Great Company”.

Aunque en origen esta metodología del “Customer Development” se enfocó a la startup, que Steve Blank define de forma genial como “una organización provisional diseñada para buscar un modelo de negocio que sea repetible y escalable”, el proceso es perfectamente aplicable  también a empresas consolidadas, y un ejemplo de ello, es la empresa Telefónica Investigación y Desarrollo, S.A. que utiliza esta metodología para el desarrollo de sus proyectos de Innovación.

Esta metodología del “Customer Development” o de desarrollo orientado al cliente es también la precursora del método “Lean Startup”, creado por Eric Ries, el mejor alumno de Steve Blank, y una de las metodologías actuales más seguidas.

El proceso del “Customer Development”

El proceso del “Customer Development” consta de dos partes: la búsqueda (“search”) y la ejecución (“execution”). Y cada una de las dos partes consta a su vez de dos pasos, el descubrimiento de clientes (“customer discovery”) y la validación del cliente (“customer validation”) dentro de la parte de la búsqueda del modelo de negocio; y la creación de mercado (“customer creation”) y la consolidación del negocio (“company building”) dentro de la parte de la ejecución del modelo de negocio. El resultado es un proceso que consta de  cuatro pasos:

·         “Customer Discovery” (descubrimiento de clientes)
·         “Customer Validation” (validación del cliente)
·         “Customer Creation” (creación de mercado)
·         “Company Building” (consolidación del negocio)

El objetivo de la parte de búsqueda será encontrar un modelo de negocio repetible y escalable, y el de la segunda parte, será el de ejecutarlo con éxito en el mercado.

Un punto clave dentro de este proceso es el que separa sus dos partes, y que tiene que ver con el momento de determinar si estamos listos para empezar a escalar  las ventas y el gasto de marketing en la creación de mercado, porque supone una inversión económica muy importante y suele ser la parte más costosa en el desarrollo de una startup. Este momento sólo debe de producirse cuando hayamos verificado que nuestro modelo de negocio puede ser repetible y escalable.

Junto con el proceso del “Customer Development” se desarrollará también un proceso de desarrollo de producto, que seguirá la línea de las metodologías llamadas ágiles de desarrollo de producto, basadas en dos principios fundamentales: la iteración y el desarrollo incremental o gradual del producto.





Aspectos interesantes del “Customer Development”

Algunos de los conceptos interesantes de esta metodología del “Customer Development” son:

·     El “salir a la calle” (“get out of the building”). El concepto de salir fuera de la oficina es clave dentro de esta metodología, ya que es la forma de convertir en hechos todas nuestras hipótesis y suposiciones iniciales acerca de nuestro modelo de negocio. En la calle e interactuando con nuestros futuros clientes llevaremos a cabo un proceso de aprendizaje hasta alcanzar el punto de adaptación de nuestro producto con las necesidades reales de los clientes. En la calle, y con la ayuda del diseño de prototipos, experimentos y tests, obtendremos los datos para poder validar todas nuestras hipótesis y soluciones, y adquiriremos el conocimiento necesario.

·    El pivote (“pivot”). El concepto de pivote es un término que acuñó Eric Ries, alumno destacado de Steve Blank y autor del método del “Lean Startup”, cuando se dio cuenta de la conexión existente entre la validación del cliente y el descubrimiento de cliente dentro de la parte de la búsqueda del modelo de negocio. Un pivote es el resultado de haber validado y experimentado nuestras hipótesis en la calle con los clientes, y nos dice qué es lo que tenemos que hacer cuando nuestras hipótesis no coinciden con la realidad. Un pivote es un cambio sustancial en uno o varios de los componentes de mi modelo de negocio, a diferencia de una iteración que sería sólo un pequeño cambio. Por ejemplo una iteración sería bajar el precio de mi producto de 10 euros a 8,99 euros, mientras que un pivote sería cambiar por ejemplo de un modelo “freemium” a un modelo de subscripción.

·  El desarrollo gradual. Los cuatro pasos del proceso del “Customer Development” tienen que ver con un desarrollo incremental y progresivo, es decir, el camino paso a paso que empieza con la búsqueda de un modelo de negocio y su paso a la ejecución sólo cuando hemos descubierto un modelo que es recurrente y rentable.

Los pasos del “Customer Development”

El proceso del “Customer Development” consta, como ya os he explicado, de cuatro pasos que se agrupan en dos partes: la búsqueda y la ejecución. A continuación os voy a explicar en qué consisten cada uno de ellos:

  1. “Customer Discovery” (descubrimiento de clientes)
El primer paso consiste en validar que existen de verdad todos esos clientes que pensamos que existen. Para empezar tendremos que organizar y exponer de forma clara todas nuestras hipótesis o suposiciones acerca de cada una de las diferentes partes de nuestro modelo de negocio, y para ello os recomiendo utilizar el lienzo con los nueve bloques del modelo de negocio de Alexander Osterwalder, conocido como “business model canvas”. Una vez tengamos organizadas todas nuestras hipótesis, “saldremos a la calle” para hablar con nuestros posibles clientes, y de este modo, poner a prueba con ellos nuestra interpretación del problema o necesidad, y también nuestra solución dada. Para ayudarnos, utilizaremos el concepto de prototipo y la filosofía del “Producto Mínimo Viable” (MVP). Durante este proceso de aprendizaje “en la calle”, el objetivo será llegar a descubrir el punto de “adaptación del producto al mercado”, al que llegaremos cuando nuestra interpretación del problema o necesidad y nuestra solución dada coincida con la de los clientes. Para finalizar este paso del descubrimiento del cliente y pasar al siguiente, tendremos que verificar el pivote, y para ello, tendremos que ser capaces de responder con un sí a las siguientes preguntas: ¿reconocen los clientes que les estamos resolviendo un problema o necesidad de gran valor?, ¿entendemos nuestro modelo de negocio lo suficiente como para probar a vender ya?, ¿es todo esto lo suficientemente grande como para convertirse en un negocio? Ante el resultado de las respuestas a estas preguntas, no habrá que desanimarse, porque lo más normal, es que nos encontremos con el no, y es que no debemos olvidar, que estamos inmersos en un proceso de búsqueda difícil para encontrar algo; para lo que nos tiene que merecer la pena invertir nuestro tiempo y dinero y para lo que la gente tiene que estar dispuesta a gastarse el suyo.

  1. “Customer Validation” (validación del cliente)
En el segundo paso lo que trataremos de validar es que es posible vender nuestro producto. En este paso partimos de que creemos que hemos adaptado nuestro producto al mercado y por tanto, de que ya estamos preparados para vender. Se trata de crear una estrategia de ventas, y de volver a “salir a la calle”, pero en este caso para vender nuestro producto. De este modo validaremos nuestro producto y desarrollaremos nuestro posicionamiento, es decir, comprobaremos que existe un mercado real con clientes reales a los que vender, que tenemos precio, que tenemos los canales de venta, etc… Al finalizar este paso, y con el “feedback” de los clientes, en muchos casos encontraremos nuevas características o funcionalidades que podremos incorporar a nuestro producto para ampliar así nuestro segmento de clientes.

En esta primera parte de búsqueda, lo importante será iterar entre estos dos pasos hasta encontrar un modelo de negocio con un segmento de clientes que nos permita ser repetitivo en cuanto a las ventas, rentable y escalable.

  1.  “Customer Creation” (creación de mercado)
Tras finalizar la parte de búsqueda, y ya con un modelo de negocio y un segmento de clientes que nos permite repetir las ventas y ser rentables, la siguiente parte del proceso es la de ejecución de este modelo de negocio, y el primer paso consiste en crear la demanda de nuestro producto.
En este paso entrarán en juego nuestros equipos de marketing y ventas, que ejecutarán sus planes para que nuestro producto desarrolle su ciclo de vida. En este paso normalmente las inversiones económicas que habrá que realizar serán más importantes puesto que los recursos puestos en juego serán mayores.

El objetivo principal en esta etapa será crecer por la llamada “Product (Innovation) Adoption Curve”, y pasar de los “early adopters” o primeros consumidores de nuestro nuevo producto a un mercado de clientes más masivo (“early and late majority consumers”).

  1. “Company Building” (consolidación)
El último paso, y ya con el modelo de negocio afianzado, consiste en escalar el negocio. En el caso de una startup consiste en construir la empresa, profesionalizándola y creando su estructura funcional con todas sus áreas claves y de apoyo (producción, ventas, logística, marketing, I+D, innovación, recursos humanos…). En el caso de una empresa ya consolidada que desarrolla un nuevo producto, este paso consistirá en la integración de este nuevo producto dentro de la estructura y portfolio de productos que ya tiene la compañía.

Los problemas del “Customer Development”

Como con cualquier metodología el “Customer Development” puede presentar algunos problemas a la hora de hacer uso de ella. Los errores más comunes que pueden hacer que esta metodología nos no funcione correctamente, se producen en la parte de la búsqueda del modelo de negocio, la parte clave y más importante a mí entender de este método. Algunos de estos errores son:

·    Realizar o enfocar las preguntas de forma equivocada cuando estamos validando nuestra interpretación y solución del problema o necesidad con los clientes. Sin duda la práctica y la experiencia nos hará mejorar en esto, pero hay que tener en cuenta desde el primer momento que los clientes son buenos para darnos cierto tipo de información pero malos para otras. Por ejemplo, los clientes son buenos para comparar un producto con otro similar, pero son malos cuando nos dicen si van a pagar o no por él.

·    Creer todo lo que nos dicen los clientes. Es importante utilizar no sólo las entrevistas sino combinarlas con la información que podemos obtener de ver como los clientes utilizan nuestro producto, a través de la utilización de prototipos y la filosofía del Producto Mínimo Viable (MVP). La utilización de prototipos nos permitirá validar lo que nos dicen los clientes con sus hábitos.

·    Creer que ya conocemos las respuestas. Debemos situarnos en un punto de vista objetivo y neutral, y no aferrarnos a nuestras hipótesis y suposiciones sobre nuestra idea de producto. El contar con un equipo de personas, para tener diferentes visiones que poner en común, puede ser un buen camino para lograr un buen grado de objetividad en la etapa de búsqueda.

Consideraciones finales

Para terminar quiero dejaros un par de consideraciones o reflexiones finales:

La primera tiene que ver con el hecho que debemos de asumir que muchas de nuestras hipótesis o suposiciones pueden ser erróneas. El proceso de innovación no es una ciencia exacta, y los diferentes métodos a utilizar como herramientas que nos ayuden en este proceso tienen que hacer énfasis en el aprendizaje, en el caso del “Customer Development”  a través de validar nuestro modelo de negocio en la “calle” con los que serán nuestros futuros clientes.

La segunda consideración es que cualquier metodología tiene que perseguir la máxima, dentro del contexto empresarial del desarrollo de producto, de “fallar rápido y barato”, es decir, evitar que se llegue al paso final y más costoso para una organización, que es el desarrollo final y la comercialización de un producto no adecuado. En el caso de “Customer Development”, esta metodología apuesta por un desarrollo incremental y progresivo de la empresa según crecen sus necesidades reales, evitando “quemar” dinero en los primeros pasos, cuando todavía no sabemos si tenemos un mercado para nuestro producto y verdaderamente estamos dando solución a un problema o necesidad real.


¿Qué opinas tú de esta metodología? ¿Quieres realizar algún aporte? ¡Deja tu comentario!

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